sábado, 3 de marzo de 2012

EL APRENDIZAJE: UNA DINAMIZACIÓN DE DOBLE VÍA



Partiendo del concepto de red, el salón de clase es un espacio de múltiples conexiones, que, desde una propuesta discursiva, una inquietud, una idea o un vacio conceptual, logra derivar procesos de  apropiación del conocimiento y niveles de reflexión que posibiliten la socialización del saber a partir de diferentes voces.
La metodología está basada en la dialéctica, que permite la construcción del saber colectivo, sin embargo, en esta red de interacción verbal se presentan nodos que son, a veces indiferentes, silenciosos, dispersos y en los cuales, generalmente, la red verbal logra conectarlos al proceso interactivo.  Esto se da, porque son sus iguales, quienes colaboran en dicha interacción.
Como facilitador de los procesos de relación discursiva, en esta red, hay que decir que, desde mi lugar intento que los nodos silenciosos, indiferentes, logren salir de su aislamiento y adaptarse al rumbo  y la dinámica de las interacciones propuestas, a partir de la pregunta abierta y de la valoración de sus participaciones como sujetos del saber.
El ejercicio me permitió visualizar las relaciones al interior de mi clase y cualificar las interacciones, los nodos débiles y la posibilidad de fortalecerlos, ya que la necesidad de visualizar sobre un plano una serie de relaciones y a partir de ellas reflexionar frente a los lazos afectivos y cognitivos, que se desprenden de un ejercicio como este, me llevan a pensar en la importancia de planear, de manera creativa, la temática de una clase y los ejercicios de aplicación que nacen de un saber.

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