domingo, 11 de marzo de 2012

INTERCONECTIVIDAD: LA NUEVA SOCIALIZACIÓN


Tradicionalmente, las relaciones de los seres humanos, han sido apoyadas en la palabra.  Un proceso que permitió crear la sociedad y le dio sentido a la civilización. La relación con otros, generó unos rituales, unas maneras de hablar, unas formas de acercarse etc, que se convirtieron en patrones de conducta y derivaron luego en reglas sociales.
Las sociedades se dinamizan, gracias a los intercambios culturales mediados por el lenguaje.  En este sentido, las tecnologías, al integrar los lenguajes (verbal, icónico, simbólico etc), plantean unas nuevas maneras de relacionarnos, que responden a las exigencias del mundo globalizado.
Participar, compartir, cooperar, son, hoy, palabras usuales para definir la manera como el mundo se interconecta y genera redes de apoyo y mutua cooperación, pues como lo dice SHIRKY,C; en su conferencia:  “Lo importante es el capital social que hay detrás de las tecnologías”. Y más adelante, afirma: “Los medios son cada vez más sociales porque todo el mundo está metido en esto”.
Las anteriores frases, dejan entrever, un deseo porque, el ser humano, no se pierda detrás de la máquina, sino que construya redes humanas, con espíritu ecológico y un fondo de ética ciudadana.  Una dinámica en red, que concibe al mundo como un gran campo de posibilidades interactivas, como un espacio para ampliar nuestra visión de la cultura y como la oportunidad para colectivizar el saber.
Desde nuestro espacio académico, que también podemos entender como una red de amigos, unidos por un mismo propósito: El aprendizaje, podemos decir, que nuestra red de intercambios ha permitido enriquecer el proceso individual y colectivo, satisfacer ciertas demandas y confrontar nuestros saberes, en función de unas competencias académicas y profesionales.
La participación, como proceso de retroalimentación intelectual, es, igualmente, un trabajo de construcción personal y de ordenamiento de las ideas, para convertirlas en un texto claro en la pantalla.  Esto, porque, más allá de comentar los textos de otros, el proceso de interacción, también incluye, una ética de trabajo consigo mismo. Es decir, asumir, con responsabilidad y compromiso, la tarea de construir un texto significativo para permitir en el otro unos procesos de aprendizaje que enriquezcan su universo intelectual y faciliten una construcción social del saber.
Finalmente, habría que pensar, que como construcción social, el saber, es una creación desde varias miradas, lo que implica un trabajo de interacción y organización participativa.  Al pensar este proceso, desde el campo de la pedagogía, se impone el concepto del constructivismo, que, igualmente, propende, por entender el saber como una construcción que parte del individuo y que se enriquece en el colectivo.





1 comentario:

  1. Huy. Que buena entrada! Es justo lo que necesitamos para delimitar teóricamrente nuestros trabajos de investigación. Gracias.
    Hay. Recuerda quitar la bendita palabra de verificación para facilitar los comentarios de los demás compañeros.

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