Esta primera semana, en la cual se fijaron unos objetivos, se propusieron unas tareas y se sugirieron unos derroteros de trabajo, ha sido una suerte de reto intelectual y de exploración sobre las diferentes temáticas a trabajar en este curso. Ha sido una semana marcada por unos verbos que han definido las diferentes acciones en las cuales se han enmarcado las tareas propuestas. Esos verbos son:
Leer, escribir, pensar, digitar, cacharrear, observar, abrir (páginas), cerrar, introyectar, verificar, ensayar, participar etc. Verbos desde los cuales se puede leer la dinámica de trabajo en la cual me he movido en esta semana. Acciones reguladas por los tiempos sorpresivos que conlleva a cualquier actividad. Procesos de aprendizaje en los cuales, el espacio virtual, se convierte en una autopista de información sobre la cual hay que saber deslizarse para no terminar abrumado por sus excesos.
Los espacios de participación, se convierten en una serie de miradas sobre lo que piensan y opinan los compañeros. Voces que se encuentran en el espacio virtual, ideas que se debaten y posibilidades de ir allí y allá en busca de la claridad, o la información precisa. La tecnología, que de alguna manera resuelve los problemas de información, también nos deja perplejos frente a su manejo, a los diferentes blog cargados de información y se convierte, para quienes navegamos en ella en un laberinto tan complejo como el de Creta, y del cual hay que saber salir para conectarnos nuevamente con lo real.
El genio maligno en este recorrido es el tiempo, que puede jugar en contra nuestra, a menos que nuestra capacidad, inteligencia y disciplina nos permita controlarlo y optimizar nuestros trabajos de investigación, de pesquisa temática y de las tareas propuestas para determinados espacios de tiempo, pues al igual que Saturno, puede terminar devorando a sus hijos.
Como un águila que, desde su privilegiada posición del vuelo, alcanza a ver la sinuosidad del terreno, los ríos, los árboles, los caminos y un horizonte que se abre a lo lejos, así quedamos quienes abrimos por primera vez estas páginas virtuales cargadas de saber y de propuestas intelectuales, en las cuales el territorio del saber se abre de la misma manera como un espacio para explorar y en el cual, cada uno, al igual que el águila, buscará la presa elegida.
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