martes, 21 de febrero de 2012

EVALUACIÓN DEL ENCUENTR0 SINCRÓNICO VIRTUAL

Tomando como pretexto la semana  que se está dedicando a la evaluación y partiendo de la experiencia del encuentro sincrónico del jueves 16 de febrero a las 8pm, en el cual utilizamos el  Livemeeting un software de Microsoft, el cual se le considera más estables que los sistemas gratuitos, así como la evaluación que debe hacerse a un colega.
Quiero, esta vez, centrar mi análisis evaluativo en la actividad virtual sobre la participación.  Esta experiencia, nos obliga a estar en un tiempo y en un espacio definido (casa, oficina, apartamento), desde los cuales y haciendo uso de nuestros computadores, diadema y el código de acceso, podíamos establecer una comunicación cruzada, que permitiría el intercambio de opiniones, el aprendizaje colectivo y la interacción y retroalimentación de todos a favor del aprendizaje.
La primera impresión es de inquietud y de sorpresa, por la manera como se van integrando los compañeros en el espacio virtual.  Sus voces parecen flotar en un vacío desde el cual se reportan.  Unos logran entrar, otros apenas lo intentan, otros más no alcanzan a llegar.  Empieza entonces un tiempo de incertidumbre y espera.  El tiempo empieza a jugar en contra.  La paciencia a flaquear, por los contratiempos que  surgen durante el proceso.  Se hace, inevitable, un interrogante: ¿Acaso la tecnología no optimiza el tiempo y el espacio?
A esta hora, el cuerpo también reclama el descanso.  Las labores del día han disminuido, de alguna manera, nuestra capacidad mental, sostenida en algo que se  vuelve, una rutina establecida. El hogar también reclama nuestra presencia. Desde esa imprecisa zona en la cual cada uno ha entrado, se escuchan voces, ruidos, interferencias, música lejanas, que terminan por debilitar nuestra capacidad de atención… ¿Qué tanto se puede aprender? ...El sentido más utilizado es el auditivo, que trata de retener la información en medio de la interferencia, mientras nuestro sentido de lo visual  se enfoca en la pantalla… A través de estos dos sentidos: ¿No terminamos convirtiendo nuestro proceso en un acto de acción reacción?
Hay que pensar, además, que competencias deben desarrollarse previamente para alcanzar los objetivos propuestos en una actividad de estas, en la cual las habilidades con la tecnología y las formas de aprendizaje no son uniformes.  Las inteligencias múltiples de Gardner, parecen quedar en entredicho.
Por la complejidad del proceso, por las competencias que requiere, por el tiempo invertido y por el conocimiento sobre el uso de un nuevo dispositivo tecnológico, esta experiencia es interesante, no sólo por lo que representa como reto, sino también por las sensaciones que se desprenden de ella.  La voz se vuelve un sello de identificación de cada compañero.  Esos diferentes puntos cardinales desde donde llegan sus comentarios,  nos convierten en receptores de un universo de voces, en el cual, de manera sorpresiva, aparece una nueva tarea, se improvisa un plan A;B;C, que por momentos nos desconcierta, a pesar de que, quienes dirigen el proceso, logran orientar las opiniones, los discursos y las sugerencias para ir avanzando en este encuentro sincrónico.



1 comentario:

  1. Piedad, para nosotros este aporte es realmente necesario, saber cómo se siente en esta experiencia, que obviamente, como lo sostenemos en el grupo nos pone frente a otro tipo de presencia.
    Son varias las figuras que traes en tu escrito que me dan pie para hacer énfasis en varios asuntos que tocas, pero de manera contraria. Me explico: Cuando hablas sobre esa optimización del tiempo, la paciencia con los fallos técnicos y el cansancio al final de una jornada, también pienso en que cada uno generalmente está en su casa, en condiciones que cada uno considera cómodas porque supongo que incluso algunos estarán descalzos, recostados en sus camas, con su bebida preferida; igualmente, la sensación de terminar una clase y no emprender “un largo camino a casa” sino que encontrarnos ya allí, asuntos que el protocolo tradicional del aula presencial no permite. De acuerdo con los estudios del ritual de la interacción de Goffman llevados a las mediaciones tecnológicas actuales, nos permiten dar la otra "cara", una cara que tal vez horizontaliza y acerca nuestros roles como docentes y estudiantes. Escuchar los sonidos propios de las dinámicas domésticas no deja de ser un sonido de fondo que nos conecta de otra manera.
    Este es un campo en el que hay que seguir explorando a partir de sus propias experiencias, ojalá mas compañeros leyeran esta entrada y se animaran a unirse con su experiencia.

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